¿Cómo conociste la S.A.M.?


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Te invitamos a que nos compartas desde cuando conoces la S.A.M. ¿Cómo la conociste? ¿Recuerdas la primera vez que entraste al edificio? ¿Y la primera vez que observaste la Luna? ¿Desde cuando eres socio? ¿En qué actividades has participado?

17 comentarios:

  1. Mi primer contacto con la SAM marcó toda la pauta para mi vida profesional. En 1991 su revista de divulgación El Universo, tenía un artículo del cómo se construye un telescopio. Ahí venía la recomendación de ir al Instituto de Astronomía de la UNAM a pedir informes. Después de 22 años, sigo yendo día a día con la misma energía y ganas de aprender. Saludos, AlexFarah.

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  2. Yo llegué a la SAM en septiembre de 2012 a través de algunos de los socios que trabajan en el Instituto de Astronomía. Me sorprendió ver tantos fragmentos de la historia de méxico y de la astronomía reunidos en un edificio. Desde el primer momento quise formar parte activa de esta Sociedad y desde hace unos meses soy la encargada de las conferencias. Los esperamos todos los miércoles a las 20:00 horas!!

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  3. Pues supe de la SAM en 1991 a raíz de que le pedí a mi mamá que me comprara alguna revista con motivo del eclipse total de sol de ese año, y me trajo un especial de la revista EL UNIVERSO. Me gustó mucho y aún lo conservo desde entonces. Más tarde por cuestiones de la vida, tuve que mantener mi pasión por la astronomía relegada, hasta que volví a tener noticias de la SAM gracias a mi amigo Rolando Isita, me invitó a la sede Álamos donde le dieron un reconocimiento al Dr. Manuel Peimbert a fines de noviembre de 2012. Estuve al pendiente de las actividades que iniciaría la SAM para 2013, y desde que iniciaron las charlas con la de Kepler, me ha sido un gran gusto poder asistir cada miércoles y participar de sus actividades. saludos!!

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  4. Navegando en la web observé que la SAM estaba cerca de mi casa, en el parque Xicotencatl; y supe que había charlas los miércoles, el horario me permitía asistir a las platicas y encontré gente parecida a mí hablando de cosas bellas. Aunque casi no hablo con nadie, ya reconozco gente agradable con intereses comunes y disfruto mucho aprender y reaprender cosas que en otro lugar no es posible.¡Larga vida a la SAM!

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  5. Todo comenzó un día cuando escuchaba a Enrique Ganem y Maria de los Ángeles, que juntos son, el “explicador” cuándo aún estaban en la radio pública. Enrique mencionó a la S.A.M. Así como las actividades que en su momento desempeñó. Fue entonces que me dispuse a buscar a la S.A.M. por internet ¡sorpresa! estaban allí algunas fotos y actividades, así como la ubicación de la misma. La primera vez que fui aún lo acuerdo, fue en la sede que está en el parque de los venados, en ese entonces estaba un socio que también pertenece al instituto de astronomía, exponiendo acerca de las estrellas. Me quedé maravillado. Por cierto eso fue en el 2012. Desde ese momento trato de asistir a todas las actividades y eventos; realmente agradezco a todas las excelentes personas que están detrás de tan increíble proyecto de divulgación astronómica. Siempre tan amables y humildes porque a pesar de que saben mucho siempre tienen los pies en la tierra. Así como también quiero agradecer a los investigadores del Instituto de astronomía que cada miércoles nos transmiten sus conocimientos. Enhorabuena¡¡¡¡¡ larga vida a socios y amigos de la S.A.M.

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  6. Aunque siempre tuve cierto interes en la astronomia, yo no conoci a la SAM hasta febrero de 2012, cuando Alex Farah me invito a conocerla y me platico del proyecto que se tenia en mente para revivirla. Me gusto tanto que me hice socia y desde entonces no he dejado ni de ir, ni de participar. Actualmente voy todos los domingos al Parque de los Venados donde, a pesar de las complicaciones, intentamos dar funciones de planetario. Y es fascinante ver la emocion de la gente, chicos y grandes, de todas las edades, cuando los invitas a ver las funciones o a que realicen algunos de los talleres que tenemos. En fin… creo que por ahora vamos por buen camino y pronto las nuevas generaciones disfrutaran y recordaran a la SAM como muchos lo hicieron hace algunos años atrás…..

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  7. Hace casi 40 años, escuchando a José de la Herrán en la TV.

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  8. En 1980 viendo un programa donde entrevistaban a Jorge Gabriel Peres mostrando la SAM y la direccion dure 12 años como miembro activo despues tube que emigrar a otro pais y sigo con ese gusto a la astronomia

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  9. Cuando estaba en segundo de primaria (1970), uno de los papás de mis compañeros pertenecía seguramente a la SAM, desafortunadamente por mi corta edad en aquel entonces no recuerdo su nombre, nos llevó a visitar la SAM. Para mí fue una experiencia fascinante el solo saberme invitado a un observatorio astronómico y que por primera vez en mi vida podría observar las estrellas a través de un telescopio y no a simple vista; siempre había querido conocer los nombres de las estrellas en los viajes que muy a menudo hacían mis padres a provincia cuando yo era chiquito. Mi llegada a la SAM fue impresionante, recuerdo aquella escalera que todos hemos escalado llena de cuadros de objetos estelares, y luego en el último piso el observatorio y el planetario. Nos explicaron las constelaciones y nos dejaron observar algunos planetas en el telescopio. Luego en la escuela nos regalaron unos botes de lámina con unas hojas de papel donde estaban impresas la Osa Mayor, la Cruz del Sur y Orión, nos dijeron con un clavo perforen el bote y luego con una lámpara sorda por dentro del bote, proyecten las constelaciones en su cuarto en la noche, o traten de hacer coincidir las perforaciones con las estrellas en el firmamento. Es una de las experiencias mas bonitas que tuve de chico. Pero todo no acaba ahí. Al llegar a la secundaria, empezaron a transmitirse los programas de TV de Jorge Rubí de introducción a la Astronomía. Y yo tenía la llama del interés por el Firmamento, que hoy por hoy se ha convertido en pasión por la Astronomía. Y lo fuí a visitar a Televisa para que me diera oportunidad de ayudarlo a preparar el programa, con lo cual yo aprendería mucho sobre Astronomía; así lo hice y el me envió a la SAM. ¡Cuál no sería mi sorpresa! que aquél lugar es a donde durante mi primaria me habían llevado a conocer el Firmamento en un Planetario y observarlo por Telescopio, siempre creí hasta entonces que la SAM estaba ubicada en la estación metro observatorio. ¡Oh que belleza! la misma escalera, los mismos cuadros, ¡de aquí soy yo! Y fue entonces cuando conocí a todos nuestros queridos compañeros miembros de la SAM, que nos antecedieron, sin dejar de mencionar que me emocionaba saber que Cri-Cri también estaba ahí. Aprendí muchas cosas de el Dr. Bulmaro Alvarado sobre Astrofísica y las 88 Constelaciones con Enrique y Ricardo Gánem, recuerdo que a todos nos emocionaba mucho recrear los atardeceres y amaneceres en el Planetario Zeiss, y luego con Rogelio en el Planetario Enrique Erro del IPN. Así es como conocí a la SAM, espero que en próximos comentarios les pueda platicar mis aventuras astronómicas.

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  10. A mi me ha gustado el espacio desde que nací. Cuando estaba en la escuela (primaria), soñaba con ser astronauta. Se me ocurrió escribir a la NASA. Con ayuda de un tío que hablaba inglés, escribimos una carta a máquina, y me contestaron. Me enviaron un “mega paquete” de información de sus proyectos, vuelos, y demás. Me enteré de cuáles eran los requisitos para ser astronauta… guau… Bueno, pues con eso, más me dieron ganas de ir al espacio. Yo seguí carteándome con la NASA, hasta que empezó la era de la web, y me siguieron enviando informes por mail. Es mi forma de estar en contacto con ellos.
    Yo me cambié de casa el 12 de Agosto de 1991. Vivía en la Narvarte y buscando casa llegamos a la Álamos. A una cuadra del parque Xicoténcatl. Yo siempre pasaba por ahí, pero de día y siempre veía el edificio cerrado, yo no sabía qué era ese edificio, y tenía ganas de preguntar - como decía Sociedad Astronómica de México ….- pero se veía como abandonada, nunca había nadie para poderle preguntar… y como nunca pasaba de noche, pues no sabía que era “de noche” cuando abrían.
    Un día, (en agosto de 1996) me lastimé la mano y llegué a la Benéfica Hispana (que todavía existía), en Peztalozzi y Torres Adalid, en la Narvarte. Y platicando con el doctor que me atendía, me preguntó que donde vivía yo, y me preguntó que si ya había ido a “ver por el telescopio” … entonces pregunté que cuál telescopio (se me abrieron los ojos)… y me dijo que en el parque tenían un telescopio, y que “los viernes abrían en la noche”… ahí me enteré que, ése edificio “abría de noche”…
    Esperé una gran semana que se me hizo eterna…. Y finalmente llegó el viernes en la noche…
    Fui a ver (Agosto de 96’)… finalmente lo vi abierto, pero como ví una reja cerrada, sin timbre… estuve un rato parada, pensando si entrar, si gritar (para que vieran que estaba yo ahí afuera…), ví que había gente, pero ví muchos señores, entonces pensé si sólo podían entrar hombres….. no sé cuántas cosas pasaron por mi cabeza…en segundos.. y ya me iba.. cuando…. de repente, se asomó una muchacha joven que me vió y me abrió la puerta, me dijo que pasara y me dijo que si me podía ayudar en algo… (era Guadalupe Moguel). Le pregunté que qué era ese edificio porque tenía curiosidad.. y ella me explicó con lujo de detalle de que se trataba todo… me paseó por tooodo el edificio, me enseñó los telescopios, el planetario, me presentó con todos y cada uno de los personajes que estaban en ese momento ahí. Me dieron una cordial bienvenida, me invitaron a pasar a la conferencia, me dijeron que estaba empezando un curso de astronomía básica, y que lo fuera a tomar…. Lo estaba dando Santiago de la Macorra…
    Tomé el curso de astronomía básica con él, el de las 88 constelaciones con Alejandro Cabello, y todo lo que se pudo, … y de ahí hasta el día de hoy, sigo en esto… y seguiré, porque es mi pasión….
    Aunque yo me salí de ahí y formo parte de otro grupo (Astronomía Educativa), la SAM fue para mi algo muy importante, pues ahí se habla de la astronomía, del espacio, el cual es mi pasión y que, en México, no sabía cómo conectarme a él. Gracias SAM por ser parte de mi vida…

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  11. alguien seria tan amable de decirme... ¿Quien fue Luis G. León?... ¿Donde nació?, su formación educativa, profesional..prácticamente su biografía al igual que sus logros?.. Gracias..

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  12. Corría el mes de marzo de 1986. A la sazón trabajaba durante la semana como ingeniero auxiliar en una interventoría en Villavicencio, una ciudad a 100 km al Este de Bogotá. Ese viernes, como todos los fines de semana, regresaba a la capital a ver a mi familia, ésta vez con el sinsabor de haber fracasado tratando de observar el cometa Halley durante un par de semanas. Cuando llegué a Bogotá me encontré con un vecino que sabía de mi afición a la astronomía y me invitó a observar el cometa en compañía de unos amigos. Le manifesté mis dudas debido a las infructuosas tentativas de observación de los días anteriores.
    –No creo que haya problema.– Replicó –Esta vez nos acompaña un astrónomo, un profesor mexicano que viene de gira por Suramérica siguiéndole los pasos al cometa. Sabe muy bien cómo localizarlo.
    Un rato después, cuando salíamos para el lugar de la observación, me presentó al personaje, el Licenciado Manuel Holguín. Una amplia y franca sonrisa respondió a mi saludo.
    La observación se realizó en un paraje montañoso y aislado a una hora de viaje de Bogotá. Durante el camino el tema obligado de conversación fué la astronomía y en particular el cometa. Le comenté al licenciado acerca de mi frustración tratando de observarlo. Su respuesta fué desconcertante.
    –Es posible que lo haya visto y no se haya dado cuenta.
    –Pero... ¿Cómo es posible que un cuerpo celeste tan vistoso como el cometa Halley pase desapercibido?
    –Dadas las posiciones correlativas del Sol, la Tierra y el cometa, es posible. Ese fué tema de discusión en una reunión de la Sociedad Astronómica de México.
    Me explicó cómo en esta ocasión los tres astros se encontraban prácticamente alineados, y que por lo tanto la cauda no se veía de lado, como un vistoso penacho, sino de frente, como una sutil mota de algodón. La explicación, muy clara por cierto, aumentó mi frustación. ¡Tanto tiempo esperando al cometa, y cuando llega esconde la cola!
    Llegamos al lugar de la observación. La noche estaba espectacular. El Licenciado levantó la mirada al firmamento y buscó entre las estrellas como quien busca en la multitud a un viejo conocido. De pronto señaló con el índice.
    –Véalo, ahí está.– Y se llevó los binóculos a los ojos, no necesitaba otro instrumento.
    Pero el asunto no se limitó al cometa. La jornada duró mínimo dos horas, pero yo sentí que había sido la observación más corta de mi vida. En esas dos cortísimas horas el Licenciado Hoguín nos dió una formidable clase de astronomía que incluyó desde la descripción de las constelaciones hasta la localización de objetos del espacio profundo, pasando por coordenadas e instrumentos.
    De regreso a Bogotá se siguió hablando de astronomía. Entre otras cosas, le conté al Licenciado de mi anhelo no satisfecho de tener un telescopio, debido al alto costo del instrumento. De nuevo obtuve una respuesta clara y desconcertante, y esta vez además contundente:
    –Hágalo.
    Miré al licenciado sorprendido sin saber qué decir.
    –Haga usted mismo su propio telescopio, es sencillo – Insistió –La construcción de un telescopio es una actividad habitual en la Sociedad Astronómica de México.
    A renglón seguido me explicó someramente el proceso de tallado y pulido de un espejo cóncavo y cómo se conjuga éste con un espejo plano y un ocular en un tubo para crear un telescopio refractor tipo Newton. El asunto resultaba muy atractivo. Al ver mi interés el licenciado ofreció hacerme llegar los textos que describían paso a paso el proceso.
    Como todas las cosas buenas en la vida, ese fin de semana lleno de astronomía llegó a su fin. El domingo en la noche me despedí del licenciado agradeciéndole la generosidad y la paciencia con que compartía su conocimiento. Con su sonrisa amplia y sincera me dijo que no había sido nada en absoluto, y me dió como recuerdo la calcomanía de la Sociedad. Regresé a mi trabajo en Villavicencio llevando en la memoria y el corazón el conocimento y la amistad de un gran astrónomo mexicano.
    Así fué como supe de la Sociedad Astronómica de México.

    Carpe Noctem!
    FERNANDO OTERO C.
    lfoteroc@unal.edu.co

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  13. Desde 1965 estando en la escuela, junto con un grupo de amigos nos dedicamos a construir telescopios en casa y a observar el cielo, alguna ves fuimos a la Sociedad Astronómica de México para ver si nos daban asesoría, pero nadie nos hizo caso., así que en 1973 entramos al taller de óptica de el Instituto de Astronomía de la UNAM.
    y allí nos asesoraron para construir telescopios más grandes y pudimos observar mejor los planetas y parte del cielo profundo., ademas de que en una época también construimos cohetes, porque nuestro sueño era alcanzar el espacio.
    Después cada quien tomo su camino y se deshizo nuestra sociedad.
    Sergio Silva Olivares
    sergsil@yahoo.com

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  14. Por allá en 1973 me invitaron a una excursión al observatorio de Tonanzintla, Puebla. Salimos de noche en autobús de la sede de la SAM en la Álamos. En el observatorio recuerdo a un caballero atentísimo que preguntó al grupo qué queríamos ver. Elegimos al planeta Saturno. Él tecleó las coordenadas y el aparato apuntó automáticamente a un punto en el cielo y pudimos admirar boquiabiertos los anillos del planeta escogido.Después supe que dicho caballero era el astrónomo Haro. Recuerdo que él se quejaba de las luces del alumbrado nocturno del poblado cercano que interferían con la calidad de las observaciones astronómicas en Tonanzintla. Soy Eugenio Ramírez, actualmente casi cumplo 65 años de edad.

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  15. Mi hermano Ricardo y yo teníamos un gran deseo de tener un telescopio. Mi madre, inteligentemente, nos dijo que debíamos ahorrar 1000 pesos y ella pondría el resto. En aquellla época, esa cantidad era muy considerable (cuando menos para unos niños de 11 y 12 años). En poco tiempo ahorramos algo (mucho menos de la meta, pero mucho más de lo que imaginábamos) y mis padres por fin nos compraron el telescopio. Para aprender a usarlo, mi madre decidió llevarnos al Planetario Luis Enrique Erro, pues era el único lugar que conocíamos en donde se hacía divulgación astronómica. En el planetario nos dijeron que ellos no ofrecían clases y nos recomendaron asistir a la Sociedad Astronómica de México. Así comenzamos a asistir a las inolvidables lecciones del Dr. Bulmaro Alvarado en el Planetario Luis G. Leon, en la sede de la Sociedad. Para nuestra fortuna, Jorge Rubí ofrecía todos los miércoles unas charlas inolvidables, frecuentemente acompañadas con transparencias y una grabación musicalizada con gran gusto. Poco a poco, comencé a pasar cada vez más tiempo en el edificio y sobre todo en el telescopio Gotto-Lara de 20 cm.. Cuando me dí cuenta, ya estaba encargado de la sección de observación de "estrellas dobles" y aprendí a operar el gran telescopio y el vetusto pero efectivo micrómetro de hilo. En los años que siguieron, muchos de los socios se convirtieron en amigos personales, como Francisco Diego, Santiago de la Macorra, Francisco Mandujano y muchos otros, personas, conocedoras, generosas y siempre alegres. Cuando tenía 14 años, ofrecí mi primera conferencia informal en el auditorio de la sociedad y días más tarde el pintor Enrique Zúñiga "Zukor" nos invitó a dar una plática en representación de la SAM en la Sociedad Dante Alighieri. Esa conferencia fue seguida por otras, y un buen día recibimos una llamada de Rogelio Gómez Santana, el autor de todos los aspectos de las fantásticas sesiones del Planetario Luis Enrique Erro, para hacernos una propuesta de trabajo. Así, y gracias a la Sociedad Astronómica de México, es que se inició mi carrera como divulgador. Desde entonces, he recomendado frecuentemente a todo el público que hace el favor de escucharme que visite la SAM. Nunca podré agradecerle suficiente a todos mis amigos, y a esa institución, las inolvidables horas de alegría intelectual que me ofrecieron por tantos años. Enrique Gánem Corvera.

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  16. Hola a todos los miembros de la sociedad, bueno yo quiero compartirles cómo es que llegué a las puertas de la Sociedad Astronómica de México y me uní a sus filas.

    Desde muy joven me llamo la atención el destellar de tres estrellas que adornaban el vestido oscuro de la noche, a las cuales comúnmente se les conoce como los tres reyes magos, aunque en ese momento no sabía el nombre real de aquella constelación, cada vez que la veía sentía la necesidad de saber que hay en la inmensa oscuridad de la nada que rodea nuestro planeta, a la edad de 15 años, solía salir al techo de la casa de mis padres con una almohada y una cobija, para recostarme y observar la bóveda celeste; pasaba toda la noche contemplando el caminar de las constelaciones hasta que el astro rey las ocultara tras el manto azul del cielo.

    Paso el tiempo, y entre mis distracciones y ocupaciones se fugaron los días, los meses y los años, hasta que un día, después de concluir la universidad en el año de 2010, comencé a investigar y estudiar la más antigua de las ciencias, la astronomía, en ese tiempo radicaba en el Municipio de Zacatelco, Tlaxcala, un lugar poco habitado y con un cielo nocturno aceptable para divisar las estrellas, ya que no tiene tanta contaminación lumínica.

    Después, por azares del destino se me presento la oportunidad de trabajar en el Distrito Federal, ahí conocí a Judith, una mujer muy culta y agradable; una tarde de julio de 2013, le comente sobre mi afición a la astronomía y ella me respondió que conocía a un amigo que también compartía ese interés y que incluso era miembro de un grupo que se dedicaba a realizar eventos para difundir dicha ciencia, así que me proporciono su correo electrónico para que pudiera preguntarle acerca de esos eventos, y así fue como Carlos, el amigo de Judith, me comentó sobre la existencia de la Sociedad Astronómica de México y me invitó a una charla que tendría lugar en la colonia Álamos, y asistí. Ahí pude conocer a Alejandro Farah, quien en ese momento era el vicepresidente de la sociedad, por lo que aproveche la oportunidad para expresarle mi inquietud por pertenecer a la sociedad, él me asesoró al respecto y así fue como pude ingresar a la sociedad.

    Desde entonces he podido asistir a varias actividades tales como:
     “Hasta las galaxias y más allá”, impartida por el Dr. Iván Lacerna, de la Universidad Nacional Autónoma de México, el 28 de agosto del 2013
     “Avances tecnólogicos en la astronómia”, impartida por el Socio Cristian Zamora, el 04 de Septiembre del 2013.
     “El día que Tonantzintla cerró el universo”, impartida por el Dr. Omar López Crez, INAOE, el 25 de Septiembre de 2013.
     “Revelando los secretos tras la luz de las estrellas”, impartida por la Dr. Gloria Delgado Inglada. UNAM, el 02 de octubre del 2013.
     “La relatividad especial de Einstein, sin formulas”, impartida por el Dr. Jorge Fuentes, UNAM, el 16 el octubre del 2013.
     “El Planetario del Parque de los Venados”, impartida por la Dr. Carolina Keiman, UNAM, el 23 de octubre de 2013.
     “Geología para enamorarse: nuestra fascinante luna”, impartida por la Dr. Guadalupe Cordero Tercero, UNAM, el 30 de octubre del 2013.
     “Relojes de sol, tiempo y precisión”, impartida por el Dr. Alejandro Farah Simón. UNAM, el 06 de Noviembre de 2013.
    Hoy en día, asisto a las conferencias y charlas de socios, para aprender y ampliar mis conocimientos de esta fabulosa ciencia.

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  17. Yo vivo cerca del parque Felipe Xicoténcatl pero nunca he entrado a la sede, me has sido de curiosidad últimamente y me gustaría saber si el parque ha estado con la sede desde que empezó.
    Espero pronto poder visitarlos y conocer sus instalaciones.

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